jueves, 27 de diciembre de 2012

Héctor Alberto, Mayte y...África

Héctor Alberto, Maite y... África es un cuento dedicado a dos niños cuyos padres cometieron la locura -¡y el milagro!- de adoptar a dos niños africanos, sin conocerlos, por pura generosidad, como muchos otros padres, como todos los padres y madres.
Me conmovió la historia y quise obsequiar a estos dos hermanitos con un cuento.

El cuento debería leerse en clave musical. Es un cuento dedicado a las vocales porque África es una palabra totalmente musical.



Ee – aa – ooya – eé
Ee – aa – eoua – eé
Canta el viento…
Ee – aa – ooya – eé
Ee – aa –eoua- eé
Contestan la sabana y el desierto…
¡¡¡África!!!

Pensar en África es pensar en vocales abiertas, grandes, inmensas como su sabana, vibrantes como su sol, blancas como los dientes de un nubio, musicales como sus gentes.



- ¡Que ya vieneeen!
Héctor Alberto y Mayte cogieron sus cuadernos musicales, se colocaron en la puerta de entrada y se pusieron a cantar:

Ee – aa – ooya – eé
Ee – aa – eoua – eé

- ¿Qué cantáis? –les pregunté.
- Son nuestros nombres africanos –dijo Alberto.
-Es muy fácil hablar africano –continuó Mayte-. Sólo tienes que quitar las consonantes, que son duras y difíciles, y cantar con las vocales. Mira, yo soy  Aa – yy – aa – yyé.
- ¿Y quién decís que vienen?
- Ellos, nuestros hermanos.
- ¿Y de dónde vienen?
- Pues vienen de  Ee – ii – oo – ii – aá
- (Ambos) Ee – ii – oo – ii – aá.
- Y vuestros hermanos, ¿cómo son, cómo se llaman?
- Aún no lo sabemos –respondió la niña-. Yo los imagino negros y hermosos como cuando el sol ciega nuestros ojos.
- Pues yo –continuó el niño- los veo como grandes corredores compitiendo con el león… Mira, cierra los ojos y siéntelos correr…
Cerré los ojos por hacer feliz al niño y una estampida de animales (cebras, jirafas, búfalos, ñus…) sonaba enloquecedora  por la fuerza del corazón, los niños corriendo y saltando a su vera. Grandes saltos como el león y suave caída felina. Y mientras corrían por la sabana cantaban canciones africanas y reían:

¡¡¡Ee – aa – ooya – eé …  ee – aa – eoua – eé!!!

- ¿Lo ves? –dijeron al unísono los dos hermanos- ¡Nos están llamando!
Abrí los ojos.
- ¿Cómo habéis abierto esta puerta para comunicaros?
- Es un sueño –concedió Mayte.
- Sí, un sueño –aprobó Héctor.
- ¿Un sueño? – pregunté con curiosidad.
- Cuando nuestros padres nos dijeron que íbamos a tener dos hermanitos, tuvimos un sueño, los dos, el mismo sueño…


- ¿Y qué pasó?
- Yo soñé con el león y el boabab.
- Yo con el desierto y el mar.
- La sabana y las praderas africanas…
- La música y el baile del tan-tán.
- Y no dejaban de llamar, de cantar y de decir:

Ee – aa – ueoa –oó    Ee – aa  - ueoa – oo

- ¿Y qué quiere decir? –pregunté yo.
- Que quieren llenar nuestro corazón –respondieron los dos.
- ¿Y no tenéis miedo?
- ¿Por qué? Van a ser nuestros hermanos. ¿Tú tienes miedo de tus hermanos?
- Pero no sabrán hablar vuestra lengua…
- ¿Tú sabías hablar cuando llegaste a la tierra? Pues para ellos será como  llegar por primera, pero otra vez, a nuestro pequeño planeta.
- ¿Y vuestros amigos les aceptarán?
- ¡Claro! ¿Por qué no? Sois los adultos los que tenéis ideas raras, los que a menudo decís tonterías y nos tratáis a los niños como si fuéramos tontos; pero somos mucho más inteligentes de lo que pensáis. Además, tenemos muchas cosas que contarnos y enseñarnos…


- El mar azul, la verde montaña…
- La risa de la hiena, el bostezo del león…
- El pato cuchara y el jilguero…
- El colegio, alguna nueva canción…


- Os sentiréis felices con ellos?
- ¿Tú no?
Callé. Cerré los ojos y escuché con el corazón:

Ee – aa – ooya – eé   Ee – aa – eoua – eé

Aa – yy – aa – yyé   Aa – yy – aa – yyé

Ee – ii – oo – ii – aá    Ee – ii – oo – ii – aá.

Han pasado varios meses y confieso que todas las noches, al cerrar los ojos, oigo primero los nombres de Héctor y Mayte, en africano, y luego el espíritu de sus hermanos, el espíritu de la sabana y del cielo raso de África golpeando mis sueños.



Ee – aa – ooya – eé 
Ee – aa – eoua – eé
Aa – yy – aa – yyé
Ee – ii – oo – ii – aá 
Ee – ii – oo – ii – aá.

E   T  I   O  P Í  A  




Este cuento fue escrito por
J.  Carlos Martínez
e ilustrado por
Daniel Martínez  y  Roser Castellvi
(“La Puerta Mágica / El Cau de l'Unicorn
Teatro Negro para Niños”)

para Héctor Alberto Y Mayte
para celebrar la venida de sus dos hermanitos
                                 de Etiopía


Noja, 27 de Julio de 2012








jueves, 20 de diciembre de 2012

Charlas con el escritor

En el IEFPS Nicolás Larburu los alumnos de 1º de Bachillerato, atentos a las palabras del escritor, disfrutaron no sólo de la presentación de El juego infinito sino de un animado coloquio en el que se mezcló poesía con música, humor con literatura.


En las fotos podemos apreciar la atmósfera que se vivió en aquellos momentos. Momentos agradables en los que ni la profesora pudo estar ausente de "cuanto se cocía".


Así que, como premio a su ardua  labor durante años, el autor le cantó y regaló una canción dedicada a su constante esfuerzo en favor de sus alumnos y por conseguir un mundo mejor.

A través de imágenes en la pantalla digital el autor fue desgranando cómo se creó El juego infinito al tiempo que analizaba la estructura de la novela.



Las entrevistas con los autores siempre conllevan algo entrañable que los lectores -alumnos- recordarán toda la vida.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Por el "Camino"

Quienes han hecho el Camino de Santiago, creyente, agnóstico o ateo, saben que el "camino siempre te ofrece algo", cuando menos lo esperas.
Uno de estos regalos del Camino fue una persona llena de vitalidad, de historias, de palabras, de humanidad.
Le sobraban palabras  y cogió la oportunidad para repartirlas entre los que discutíamos cuál sería el mejor camino para atravesar Ponferrada (Ponte Ferrato).


Luego, una comida, un buen vino, una buena compañía acrecentó una nueva y entrañable amistad.
Nino, toda un personaje por descubrir. Si lo encuentras, no lo dudes: deja que te pare y te hable:
"Seguro que tiene algo que contarte."


lunes, 11 de junio de 2012

Encuentros amistosos

Los encuentros, no accidentales, constantes y al cabo del tiempo, siempre tienen algo de novedoso y añoranzador. Se retoman los viejos temas y las nuevas espectativas. Se ponen al día los viejos intereses, los nuevos proyectos y otras novedades. Pero, sobre todo, se renueva el aprecio que crea el tiempo y que siempre existió. Y si faltara alguien, se le deja la silla para que su presencia no se pierda un instante.


¡Ah! Y siempre llega el momento de hablar de... ¡Libros!


viernes, 25 de mayo de 2012

El autor firmando a sus alumnos

Tal vez el lugar ideal para presentar un libro como El juego infinito sea una clase y el público que más agradece el autor sean sus propios alumnos, como vemos en las siguientes imágenes.






Sobre el juego infinito

Varios han sido los adolescentes que han enviado sus comentarios, y por escrito, al escritor. De todos ellos entresacamos éste de Eva Ibáñez, del IES Julio Caro Baroja, Algorta, lectora infatigable, escritora y artista que poco a poco se está haciendo a sí misma.

jueves, 24 de mayo de 2012

El juego infinito en el IES Barandiarán de Leioa

El juego infinito ha comenzado a ser leído en colegios e institutos. En este caso, el IES Barandiarán de Leioa es el segundo centro público donde alumnos de cuarto de la ESO leen esta novela juvenil  apenas publicada y que tanto gusta al público adulto, especialmente padres. Como muchos saben, la historia se sitúa en un instituto de la ciudad costera de Algorta.
Posteriormente el autor tuvo una charla-coloquio con los alumnos que le expresaron sus inquietudes sobre el libro haciéndole preguntas que sólo los adolescentes son capaces de preguntar.


 Tal como acostumbra el autor, haciendo honor al título del libro, divertidamente jugó con alumnos y profesoras sobre el concepto de "juego" en cada momento de la vida, allí, in situ.



Posteriormente, algunas alumnas, bajo pseudónimos literarios como Déborah, le enviarían sus críticas e impresiones.
Una mañana... my divertida y diferente.

martes, 24 de abril de 2012

El juego infinito en Alemania.

Karl Rudolph Reindeer -sí, sí, como uno de los renos de Papá Noel-  recibe El juego infinito en Alexanderplatz, en Berlín (Alemania) con la inmensa alegría de recibir un gran regalo de un gran amigo.
Allí, participando del Proyecto Comenius "National and European Landmarks" entre alemanes, húngaros y españoles, entre sesión y sesión, autor y representante alemán hacen sitio a la imaginación escrita.
El juego infinito salta el "muro" de Berlín.
Los libros, como los hombres, también hacen turismo. Y los hombres, como los libros, a veces tienen que huir de la quema saltando muros. Tal vez estos graffittis nos recuerden que tanto en la escritura como en la vida real en nuestro pequeño planeta aún quedan muchos muros que saltar para sobrevivir.