El pasado 25 de Enero se presentó El juego infinito en el Colegio Azkorri (Getxo). Tanto la directora del centro como la profesora de Lengua-Literatura de Bachillerato recibieron al escritor con las manos abiertas y la palabra rebosando amabilidad. El aire llevaba buenas sensaciones, como se dice ahora.
Pero describamos el proceso:
El escritor llega al centro, pregunta por la profesora responsable de la actividad y es llevado al aula, la biblioteca, donde dará la charla. Sólo necesita escuchar el sonido del saludo para saber qué tipo de personas, profesores o estudiantes, son los que recibirán sus palabras. Dejémonos llevar por la primera imagen para predecir unas cuantas cosas...
Llega el momento en el que los asistentes tienen la palabra, o al menos el libro en la mano.
El resto... lo dirá el tiempo
Una amable conversación, la palabra, con un café en la mano lleva un hasta luego en una muy agradable jornada.
Pero describamos el proceso:
El escritor llega al centro, pregunta por la profesora responsable de la actividad y es llevado al aula, la biblioteca, donde dará la charla. Sólo necesita escuchar el sonido del saludo para saber qué tipo de personas, profesores o estudiantes, son los que recibirán sus palabras. Dejémonos llevar por la primera imagen para predecir unas cuantas cosas...
Después de una breve presentación, y para provocar la atención, el autor lee, y dramatiza, un relato corto -Dime que me amas- para hablar de dónde vienen las historias, de la diferencia entre la vida real y el hecho literario, y el estilo del autor.
Después presenta la novela: Un lugar, un tiempo, una acción con unos personajes muy especiales; aunque quizás sea el narrador de la historia el personaje más inesperado.
Después presenta la novela: Un lugar, un tiempo, una acción con unos personajes muy especiales; aunque quizás sea el narrador de la historia el personaje más inesperado.
Se habla de libros y publicaciones, de temas y subtemas, personajes reales y ficticios, de cómo nace y cómo se publica un libro, y de la experiencia viajera de ellos, los libros.
Llega el momento en el que los asistentes tienen la palabra, o al menos el libro en la mano.
El resto... lo dirá el tiempo
Una amable conversación, la palabra, con un café en la mano lleva un hasta luego en una muy agradable jornada.