jueves, 10 de junio de 2010

Pelegrino





Durante cinco meses, de camino al trabajo, paso por su calle, por su oficina, a su lado, sin verle. De repente, le encuentro tres días seguidos seduciendo a los viandantes con su gesto y su guitarra. Me inspira un relato. Se lo regalo. Me invita a un vino que se prolongará en el tiempo. Ocho meses después confesará:
-Tengo algo que decir. Tengo algo que contarte.
Nace "Pelegrino o el Arte de vivir y sobrevivir en la calle".

Pelegrino, o el Arte de vivir y sobrevivir en la calle es el segundo libro publicado por J. Carlos Martínez. (Editorial Dilema, Madrid, 2.007)

4 comentarios:

Julio dijo...

Amigo Juan Carlos, entiendo la particular sensibilidad mostrada ante el poema El habitante tras comprobar tu conocimiento de la situación de marginalidad de las personas que viven en la calle. No lo he leído, pero presumo que será un libro estupendo.
Salud.

J.J. Lunar dijo...

De ese libro cabe destacar matices de lo más variopinto; Por ejemplo, el tratamiento humano y tierno con que el narrador no puede disimular la empatía que su personaje le suscita, cabe también la enérgica proclama del derecho y el deber a la determinación de la conciencia, caben las anécdotas desenfadadas y cómicas, cabe el asombro desde los detalles más imperceptibles cuando se criban por la lógica del dueño de la calle; caben, en fin, diversos valores que hacen de este libro una fuente abundante de recursos capaz de satifacer las numerosas demandas de cada lector.

Y ahora, cabe, tratarse de un relato biográfico de quien ya no está con nosotros para contarlo él mismo amenizado por su guitarra peregrina.

Es un gran libro ameno y divertido que recomiendo, sin duda.

Un abrazo,

JJ

P.D.: Y cabe, amigo Juan Carlos, añadir que la excelencia de este libro se presta a un extraordinbario, por lo humano, regalo de un buen escritor (y mejor persona) que inventó la forma de que Pelegrino obtuviese una fuente de ingresos a partir de vender su propia historia.

J.C. Martínez dijo...

Hola, Julio:
Ya ves cómo nunca sabemos quién va a descifrar nuestros libros y poemas, y cómo cada uno de ellos,al final, siempre hablan de lo que llevamos juntos y dentro de cada uno todos los humanos.
Gracias por tu paseo por el blog.

J.C. Martínez dijo...

Gracias, Juanjo, por descubrir el espíritu del libro y encontrar la parte positiva del relato, y por tus halagos. No obstante, reconozco que ni Pelegrino ni su libro,ninguno de los dos, buscaban la perfección social externa sino ser en cierto modo maestros de la Vida.
Un saludo.